Cartagena la de Indias, Cartagena la del Caribe la de aguas traslúcidas y templadas, teñidas de turquesa y oro, refugio de corales y peces de colores, y del temible tiburón amenazante y voraz, tan voraz como aquellos piratas de parches y patas de palo que azolaban sus playas de arenas blancas vírgenes tan vírgenes como las muchachas indias codiciadas por los corsarios que la querían vírgenes, y rompían a cañonazos los muros que la encerraban. Es que dentro de las paredes se escondía el objeto de su deseo y de la codicia del español hambriento de tesoros, oro y “justicia divina”. Allí moraban los tiranos y despiadados Inquisidores mudados desde Europa a tierra americana con fines santos “non-santos. Tenían su casa de dolores y martirios con patios andaluces interiores en donde las flores no podían ocultar los rostros de dolor y sufrimiento de inocentes de cuellos blancos, negros ycobrizos, que esperaban en sótanos sucios en compañía de ratas y alacranes, la soga que les quitaría el aire, sólo porque creían que la lluvia no cesa hasta ofrendar un venado al dios pagano y que los males se curan con hongos y efluvios de serpientes. El sello de la conquista dejó aquí duras raíces, fue Pedro de Heredia su fundador arrebatado por perdidos amores a Catalina la India más bella entre las bellas. Se trazaron calles, se levantaronmoradas y templos, y balcones interminables cubiertos de flores y malvones rojos y decoradas barandas de madera tallada y se crearon mercados de frutos y de esclavos, de negros esclavos que bajaban de los barcos arrastrando gruesas cadenas y cabezas gachas
incubando rencores y echando raíces. Llegaron los tiempos dela Libertad. Esto es Colombia, no España, aunque España no
está dispuesta a perder su joya sobre el Caribe y a sangre y fuego fusila y mata. Los mártires cayeron, pero el pueblo siguió. Revivió con nuevos colores, vistió los frentes con matices pasteles y colgó guirnaldas de colores en sus calles festivas, Inventó poetas y cobijó
escritores y cerró la grieta a fuerza de cumbias y vallenatos. Cuando el sol se pone y tiñe sus playas de color oro, y vuelven los pescadores con el fruto de su trabajo y los cañones del fuerte extienden su sombra
agigantando su figura silente y vacía, porque hoy los piratas llegan
en aviones, cuando comienzan a encenderse las luces del pueblo viejo y un aire ceniciento lo cubre todo y el ritmo cambia, pasa del trabajo a fiesta y los carros con un caballo pasean por la ciudad turistas y enamorados. Ese aire no puede perderse y subimos a uno de ellos a pasear nuestra curiosidad mientras jóvenes cazadores de
dólares sueltos nos siguen al pie, cantando un rap para Di Caprio que a todas luces van dirigidos a mi amigo Tedy y se llenan los
bares y cierran las barberías que lucen aires de otros tiempos luego de un día cortes y afeites. Buscamos en lo de Marzola el chorizo y la tira asada en medio de un aire argentino de esta américa globalizada. Estilo de cantina llena de filete, gardeles, banderas y camisetas del fútbol. La de Newells por supuesto y salimos satisfechos con las carnes asadas. Mañana cenaremos mariscos y perscados recièn salidos del mar. Por sus calles deambulan vendedores de toda laya: billetes de lotería, frutas frescas tropicales, cuadros recién pintados, máscaras africanas y copita de ron. Las palenqueras ofrecen su imagen para la foto y rodajas de ananá. Negritas muy bien cuidadas con sus faldones largos y colores de colombia. La tradición viene de Palenque, suburbio negro de cumbia y candombe.
Cartagena es tal cual la soñé llena de ritmos y colores, tal cual la imaginé mientras acompañaba a Florentino Ariza por burdeles y a escondidas en los relatos de los tiempos del cólera que describe García Márquez en "el amor en los tiempos del cólera". Una ciudad caliente y cálida que sólo se puede describir poesía. Sólo se puede describir con una pluma nobel. "Cartagena de Indias es un bocado suculento, apetitoso y agradable para quienes toman como protagonista de sus poesías. Cada poeta que llegaba al corralito de piedras, sentía el llamado de las profundidades de la historia y de las leyendas que le narraban las musas" José Guillermo Daniels García. www.ciudadpaz.com
"...tus playas son el reflejo/de la luz que el sol alumbra,/ y tus noches cautivantes/a toda gente deslumbra./ Con mirada y paso firme/todos quieren transitar,/tus calles y callejones/disfrutando de su andar. /Y cuando en coche paseas/tus emociones no encubres,/cuando el jinete describe/su historia mientras descubres. /Que la magia está en la historia/y lo bello que aquí encuentras y por muchos es llamada/
el corralito de piedras./Y que hay de su bella india/ a quien llaman Catalina,/en su espigada figura/a todo el mundo fascina....y las negras palanqueras/con sus trajes coloridos,/te ofrecen dulces y frutas/agitando tus sentidos....Cartagena hermosa eres/de Indias serás llamada,/ven aprecia su belleza/de día, noche o madrugada".Clarisel Mendoza Ladeu
Cartagena de Indias Jorge Guillén. !Cuanta España a quedado por aquí/por estas calles y por estas plazas. Largos balcones como corredores / y rejas de madera con balaústres sobre las ventanas/patios profundos de toda Andalucía. Ante el mar la ceñuda fortaleza/que los tesoros guarda.Y también imponente/ obra sí de los Romanos-la muralla y todo bajo el sol/de trópico, luz y palmeras altas/o tempestades súbitas/ de inmensidad con fábula/y negros, indios y blancos/generosos de lengua castellana! Cuánta vida a dejado por aquí/la España desgarrada.
Meira del Mar - Romance a Cartagena! Ay Cartagena de Indias, bien nacida y bien nombrada!/ !He de tejer un romance para tu sien levantada!/Morena y erguida sola, de piedra y sueño forjada/ prendida de cuatro clavos tu me has quedado en el alma./Cuatro clavos de recuerdo, fina punta, dura plata-y el puñalito de oro que sabe hundir la nostalgia!
Cartagena la de Indias, bien nacida y bien nombrada
Eduardo Lamaitre
La Piratería Amenazante/ ..desde que los piratas violaron tus altares/
cayeron tus murallas, decrépitas encinas/
y en tus escombros tristes, mil fúnebres collares/
dejaron a su paso las balas asesinas.
Más allá del casco antiguo que sabido es, guardado por las piedras de las viejas murallas, donde fijó su bandera el poder, virreyes y gobernadores, jueces e inquisidores, obispos y pastores, comerciantes y mercachifles y barberos a granes. Cartagena tiene otro barrio donde cunde la bohemia y los excesos de pobres. Fuera de las piedras, apenas cruzando el paseo donde cayeron los Mártires de la Libertad deseada, donde remonta vuelo el Pegaso marcando la entrada a Puerto.
El Bario de Getsemani: barrio pobre de retaguardia, lleno de colores y gigantescos murales, de bares de cerveza y refrescos de frutas frescas: tamarindo, níspero, piña, maracuyá, guayaba, mango, banana guanabara, gente mestiza de una nueva raza más alegre y sentida, de ánimos colores de mar Caribe. Pacientemente sentados con miradas pícaras y curiosas hacia el nuevo invasor: el turista. Atrás quedaron los piratas y los impiadosos hidalgos españoles. Los cargosos turistas son muy generosos: con sus monedas duras alumbraron la oscuridad de la pobreza. Cualquiera debe quedar encantado con la magia de sus calles de sus paraguas colgados y guirnaldas de papel, de bares saturados de mar y bohemia y sus paredes acariciadas por los pinceles de artistas callejeros. Cartagena. Colombia. Mi corazón está contento contigo.
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