martes, 25 de agosto de 2015

1999. PISA. ITALIA. LA GRAVEDAD LATENTE

El álbum de figuritas que más recuerdo de mi infancia trataba de Inventos e Inventores. De ellos me quedaron grabado Tomás Alba Edison y Galileo Galilei y su teorìa sobre la aceleraciòn de la gravedad. Recuerdo la figu con el experimento del ladrillo y la pluma arrojados al mismo tiempo desde lo alto de la Torre de Pisa. No recuerdo bien si era un ladrillo u otro objeto pesados, pero esto no hace a la cuestiòn. Lo importante es que este pasaje quedò grabado en mi mente y apareciò como un destello ni bien vi la torre. Me pareciò increìble que aún se mantenga en pie con el grado de inclinaciòn que tiene. Mis sentimientos son similares cuando veo estas maravillas. Trato de fijarlas en mis retinas, en un rincòn de mis recuerdos, grabarlos para siempre. Pero como nos completamos siempre con el "otro" bueno serìa unas fotos como testimonio, fotos que generalmente al "otro" le importan muy poco y no ocultan su desinterès. Así que tomamos las fotos, una sosteniendo el derrumbre con las manos, otra posar de frente sin permitir visualizar el ángulo de inclinaciòn, otra tratando de inclinar todo alrededor de manera que la torre parezca derecha, al fin, este momento de emociòn y sorpresa, pasa. Como todoas las cosas, cuando uno se acostumbra a verlas reiteradamente,... ya está... PISA es un maravilla que vì. Por lo tanto existe. Al menos para mí empirismo escaso.

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