jueves, 23 de marzo de 2017

2016. TURQUIA. EPHESUS

Desde lo más alto de las gradas, tal cual Heráclito filosofando sobre la permanencia del cambio, le hablo a Alberto quien se encuentra debajo, sobre el escenario, con un tono de voz normal. La respuesta es en el mismo tono y la escucho como si estuviera al lado mío. La amplificación de la voz en el imponente anfiteatro de Ephesus es una experiencia auditiva única. Por aquí los más famosos tenores cantaron a cielo abierto y a viva voz y lucieron todo su esplendor. Efesos nos dejó su marca, sus ruinas no pueden ocultar el antiguo esplendor de la ciudad, la belleza de su arquitectura ni los rastros de sus ancestrales habitantes. En sus calles, en sus templos y en sus casas, resuenan aún historias de "amazonas", griegos, persas y romanos. Resuenan los pasos de Heráclito en camino a la Biblioteca en plena dialéctica con sus discípulos, razonando sobre la imposibilidad de lavarse los pies dos veces en el mismo río, todo es un devenir movido por el complemento de los opuestos. Entre la libertad y la esclavitud existen voluntades de fuerzas distintas, opuestas. Mitrídates y Mazaeus dieron testimonio de ello. Fueron dos esclavos de Efeso que lucharon por su libertad. La consiguieron y consiguieron traspasar los lìmites del tiempo construyendo dos enormes puertas en honor a Augusto que fue quién los liberó. Son dos puertas, una al lado de la otra, con grandes relieves donde tallaron los nombres del emperador y los suyos propios encima de cada una.Están allí, de lado de la biblioteca como mudo testimonio del paso del tiempo y de los cambios constantes que produce su devenir, según lo sostuvo su filòsofo más famoso. Sobre el piso de una de las anchas avenidas que atraviesan la ciudad en ruinas encontramos una piedra con un pie calado en su superficie: Un ícono. Medía la talla del pie habilitado para poder acceder al pròximo lupanar, lugar que invitaba a los hombres a orgías y lances sexuales dejando sus puertas abiertas. En esta ciudad, tal vez porque fuera fundada por mujeres: " las amazonas" las damas tenían iguales derechos que los hombres, que para aquella época era impensado para la mayoría de la culturas. El cumplimiento de este precepto era vigilado por Artemisa, quien tenia uno de los mayores templos de la era helenística, consagrado a la Diosa de Arco y Flecha, sucumbiò al desquicio de un pirómano quién lo incendió en busca de cinco minutos de fama. Fama que no podía obtener remendando botas y zapatos en su precario taller de remendón. También Alejandro Magno estuvo por aquí. Fué quién expulsó a los persas y construyò el Templo. Efesos era un puerto habitado por guerreros  y comerciantes, quienes se repartían el poder. Los Santos de los primeros días del Cristianismo también la usaron de asiento. San Pablo y la mismìsima Virgen María habitaron estos lugares. Llegaron perseguidos de Galilea. El triste final de esta imponente ciudad se le debe a los Godos quienes la destruyeron 263 años después de Cristo. Visité Pompeya, Visité Efesos, creo  que he visto las ruinas de dos de las más imponentes ciudades del mundo antiguo. 
Porqué lo mal hecho, lo mal escrito es un "adefesio"? Cuenta la historia de las palabras, que San Pablo bregó en esta ciudad por abolir la venta de estatuillas de la Diosa Artemisa, situación que le granjeó la enemistad de los comerciantes, quienes unidos, lo expulsaron de la ciudad. San Pablo le contestó con una carta "AD EPHESIUS" A los Efesos, llena de improperios. 




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